En 2017, Joaquín Labayen decidió aparcar una temporada su trabajo de panadero para ir a visitar a un colega a Zanzibar (Tanzania) y desde allí regresar en moto a España.
Tras un mes en la isla, se compró una moto india, de 150 cc, por 1.000 dólares y, con la mochila atada al asiento, emprendió una ruta que le llevó a recorrer 20.000 kilómetros por Tanzania, Zambia, Namibia, Angola, República del Congo, Gabón y Camerún, donde acabó abruptamente su aventura.
De ese periplo surgió Pole pole, Mzungu, un libro que recoge los textos publicados en su blog Motorbread junto a decenas de fotos y una explicación de por qué el cuaderno de bitácora (y el viaje) acabó abruptamente.
Escuchar el podcast:
Puedes escuchar este podcast en esta misma página o directamente en las mejores plataformas de podcasts: Spotify, iVoox, iTunes/Podcast para iPhone, Google Podcast o Amazon Music y también en las mejores apps de podcasts, como Radio Viajera, Podimo, Castbox, Podbean, Podcast Republic, Acast, Overcast o Pocket Casts.
¿Sueñas con hacer un gran viaje? El libro Cómo preparar un gran viaje te ayudará en los preparativos y desarrollo de tu sueño. Resolverá tus dudas sobre visados, dinero, salud, seguridad, trabajo… y muchas cuestiones más. Disponible en papel y e-book y, con cada compra, nos ayudan a seguir viajando y mantener vivo este proyecto.
CONOCE UN POCO MEJOR EL LIBRO ¡CONSÍGUELO YA!

Más información
Joaquin es un granadino que, con 36 años, decidió tomarse un respiro de su trabajo de panadero. Por entonces vivía y trabajaba en Madrid, también diseñando libros (antes de panadero, era diseñador gráfico).
Su viaje arrancó el 2 de diciembre de 2016 y duró hasta finales de junio de 2017. En total: siete meses de viaje, 20.000 km y 8 países recorridos.
Empezó en Zanzibar, donde un ex compañero de la panadería había montado una. Decidió ir a verle, a trabajar un poco con él y, de paso, conocer esa isla tan famosa del Índico. Tras un mes colaborando de manera un tanto ilegal, que le sirvió para conocer mejor la cultura isleña y los problemas para hacer algo tan sencillo como el pan, decidió que era hora de irse y emprender su gran viaje.
En Dar Es Salaam compró una moto de marca india, muy popular en aquel país, por 1.000 dólares. La equipó ligeramente, ató la mochila al asiento y partió en busca de aventuras. Visitó lugares paradisíacos como las playas de Tanga o las montañas Usambara, pero cuando se adentró más en el país, es cuando empezaron algunos problemillas, normalmente simples malentendidos con poblaciones locales o determinadas personas, que nunca le hacían partícipe de qué estaba pasando.
Visitó zonas masai, no pudo entrar en el Serengeti, uno de los parques naturales más importantes de la zona y siguió rumbo a Zambia. La frontera no fue complicada, pero sí tediosa. La paciencia es una virtud a tener muy en cuenta en un viaje así. En este país, tras pasar 12 días esperando el visado de Angola, casi renuncia a visitarlo, por todo lo malo que le dicen que se va a encontrar en ese país.

Así que cambia el rumbo y se va a Namibia, hacia el Atlántico. Allí sufre decenas de pinchazos que ponen a prueba su paciencia y determinación, y alguna avería mecánica. Pero llega a Swakopmund, el mar, un momento en que se plantea si volver a casa, tras haber recorrido desde el Índico al Atlántico.
Angola es el siguiente país y se encuentra que la imagen que le han dado no se corresponde con la que es: amabilidad, cercanía, un idioma próximo e, incluso, una policía colaboradora. Recorre de sur a norte por la costa, llegando hasta Luanda, la capital. Allí consigue el visado de República del Congo pero, para saltar República Democrática del Congo, debe tomar un barco hasta Cabinda, un territorio separado por el río Congo, y al que llega de una manera irregular en barco junto a su moto.
En Gabón acelera el ritmo y anda un poco preocupado por el presupuesto. Durante su estancia en Libreville, consigue los visados para Benín, Burkina Faso y Malí a base de fotocopias, tiempo y dólares, pero a la hora de solicitar el de Camerún solo le dan 9 días, lo cual le obliga a ir bastante rápido hasta ese país.
Sin embargo, el esfuerzo es en vano: le vuelven a denegar el visado de acceso a Nigeria por lo que su viaje no puede continuar por tierra. Cansado, decide vender la moto y volverse a casa, sin saber que, en ese momento, está contagiado de malaria…
En la entrevista hablamos de todo esto y de cómo es sentirse “un hombre rico” (normalmente es la imagen que tienen los africanos de los viajeros extranjeros), de los numerosos intentos de soborno y corrupción sufridos, de todo lo que da y todo lo que exige este continente.
Más de su viaje en:
- Blog de Motorbread.
- Libro: Pole, pole, muzungu.

Si quieres estar al día de los podcast, date de alta en nuestras redes sociales en Instagram, Facebook o Twitter. Te invitamos a apuntarte a ellas para no perderte futuros episodios, que iremos colgando siempre en www.ungranviaje.org/podcast-de-viajes.
Para escuchar este podcast en los altavoces inteligentes Amazon Echo, puedes pedirle:
- «Alexa, abre Apple Podcast y ponme el último episodio de Un gran viaje» o…
- «Alexa, abre Spotify y ponme un podcast de Un gran viaje»
Sintonía de inicio: Lohstana David – Dans un petit verre d’eau – Licencia Creative Commons (obtenida desde http://www.jamendo.com)
Canción cierre: HiGhMaS, de Ska One (License: http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/)
