¿Es mejor llevar las guías de viaje en papel o en formato electrónico? ¿Papel? ¿Ebook? ¿Qué hago, qué me compro? son preguntas que cada vez más viajeros se hacen. A la hora de emprender un gran viaje, ¿es mejor comprar las guías en papel o es más práctico hacerlo en formato electrónico?
Lo cierto es que en la mochila de quien empieza un gran viaje no caben demasiadas cosas. O mejor dicho, hay que andarse con ojo con lo que metemos: no valen los excesos ni los “por si acaso”. Pero guías o libros son objetos casi imprescindibles, sin los que casi ninguna persona afronta un viaje.
Tras la llegada de los lectores de libros electrónicos (e-book) muchos viajeros han visto en ellos una gran alternativa a los libros en papel. Por su peso, por la posibilidad de llevar centenares o miles de libros en un único soporte… Pero ¿qué ocurre con las guías de viaje? ¿Es mejor llevarlas en formato papel o en formato electrónico?
Como todo en esta vida, las guías en formato electrónico, en particular aquellas en formato e-book tienen sus grandes ventajas… pero también sus inconvenientes. Aquí analizaremos únicamente el uso que se puede hacer de ellas, es decir, no entraremos a valorar las ventajas e inconvenientes del soporte (lector de e-book o libro de papel).
Ventajas de las guías de viaje en e-book
– Podemos llevar docenas de guías a cuestas (además de novelas, ensayos, diccionarios, guías de conversación…), que ocupan y pesan menos que una sola impresa en papel.
– Es muy fácil ir comprando guías de los países que visitamos a medida que definimos la ruta, sin tener que preocuparse de cómo conseguir las guías o dónde enviarlas (si es que se compran por internet en formato papel). De hecho, al adquirirlas se reciben en el mismo momento, no días o semanas después, por lo que supone un quebradero de cabeza menos. De hecho, de algunas guías se pueden comprar solo los capítulos que nos interesan, no “cargando” innecesariamente con información de lugares que no vamos a visitar.
– Son más baratas que sus versiones en papel, no solo en el coste del producto en sí, sino porque no tienen gastos de envío.
– Permiten tener copias de seguridad por lo que si se pierde o roban el libro, el soporte, podemos recuperarlas todas (cosa que con el libro en papel, habría que comprarlas de nuevo).
– Cada vez que se abre, se empieza en la última página leída, sin tener que buscarla.
– Para facilitar la navegación se pueden poner marcadores a lo largo de las diferentes secciones del libro y así saltar de un lugar a otro fácilmente.
Desventajas
– La navegación por la guía no es tan fácil, directa o rápida como lo es en una guía en papel. Para llegar al final de una sección hay que recorrer todas las páginas de esa sección. Normalmente, además, no tienen subapartados (alojamiento, comida…) con hiperenlaces para ir directos a ellos, por lo que la navegación es pesada.- Los mapas no se visualizan con demasiada calidad, especialmente en los detalles como los iconos o números referenciados, siendo un inconveniente a la hora de moverse y localizar sitios. Además, en el caso de las Lonely Planet la lista de lugares reseñados en el mapa no está en el mapa en sí, por lo que localizar los sitios en los mapas obliga a salir y entrar en el mapa constantemente. Un coñazo.
– No permite hacer anotaciones en los mapas y en los textos se puede de una manera un tanto rudimentaria y poco práctica (mediante subrayados o comentarios que hay que abrir para poder leer).
– No tiene un índice temático al final del libro que permita ir directamente a términos concretos a lo largo del libro.
– La parte gráfica de la guía (fotos) al visualizarse en blanco y negro tiene menos poder de inspiración.
– La mayoría de las guías más prácticas suelen estar, por el momento, en inglés, un inconveniente para muchos hispanoparlantes. Aunque Ecos, Anaya Touring y El País Aguilar ya publican en digital.
– Y aunque no sea un problema de las guías en sí, sino del soporte hay que considerar que es un aparato frágil, que se puede romper y dejarnos tirados… y obtener uno de recambio puede no ser fácil. Y que al usar batería, hay que ocuparse y preocuparse de tener recargada siempre.
Conclusión
Ahora es a ti a quien corresponde decidir si las guías en formato electrónico se adaptan a tu manera de viajar y a tu aventura. Para nosotros, a pesar de los inconvenientes en su uso, las ventajas del formato electrónico superan a la opción de llevar decenas de guías en papel. Especialmente en un viaje de larga duración.
Si tú también usas guías en formato electrónico, ¿añadirías alguna ventaja o inconveniente? ¿Las prefieres a las de papel? ¿O para tu gran viaje has optado por la guía en formato papel?
Nota: Hay otros tipos de guías electrónicas, específicamente pensadas para el móvil, que no hemos contemplado aquí. Tampoco el uso de guías de viaje en pdf para reproducir en tabletas o iPad. Esta entrada la hemos hecho tras usar durante varios meses las versiones electrónicas de las Rough Guides y Lonely Planet en formato .azw (para Kindle), si bien creemos que son extrapolables a cualquier lector. No hemos recibido ninguna contraprestación de ninguna de esas marcas y son citadas a modo de ejemplo.
Muy interesante la entrada. A ver si preparáis otra sobre app guías de viaje. Yo el otro día he descargado varias guías para viajar a Islas Cíes en españa y sin duda me quedo con la de Guías-Jenk, la recomiendo.
Saludos!
Nosotros, sin lugar a dudas -por los inconvenientes que para nosotros representan llevar cargadores diferentes y demás parafernalia- nos decantamos por las guías en papel.
Y para no tener que cargar con ellas en un viaje largo, si fuese el caso, la solución es enviarla para casa por correo o intercambiarla o regalarla a otros viajeros con los que se coincidan en la ruta.
Tanta tecnología, aunque a veces venga bien, rompe todo el romanticismo del viaje en si mismo.
Un saludo viajeros.
Otra ventaja de las guias en formato electrónico es que muchas veces puedes consultar tus libros comprados desde plataformas como Amazon directamente en la web, con lo que si no tienes batería o se te ha roto el e-rader, sigues teniendo acceso a ellas desde cualquier ordenador con Internet. NO tan cómodo como llevarla encima, pero sigue ahí.
Muy buena e interesante entrada!
Personalmente prefiero en papel, por ese momento en el que al llegar a casa, después del viaje, colocas en el estante la guía manoseada y vivida. Además cada día puedes ver tu colección de guías, abrirlas y leer las anotaciones. Un saludo!!
Esto es un extracto de vuestro libro? Si es así como creo, habría que destacar el hecho, lo crees?
No, Miquel, no es un extracto. Es una ampliación de un tema que no habíamos tenido ocasión de tratar con tanto detalle en el libro, como sucede con la mayoría de entradas de nuestro blog. Gracias por leernos.
Muy buen post, de lo que dices me quedo con el papel para viajes cortos y el formato electrónico para los largos.
A ver cuando escribís sobre donde se pueden encontrar buenas guías para ebook porque para mi lo difícil es encontrarlas.
El problema de las guías en formato electrónico es que pocas empresas han apostado firmemente por ellas. Es difícil encontrarlas porque simplemente hay pocas. Como decía en el artículo las grandes empresas Lonely Planet, Rough Guide las tienen en ese formato, lo cual, ya es un buen punto de arranque (si se lee bien en inglés).