Esta es la continuación a la entrada en la que empezamos a desgranar la encuesta que hemos hecho a personas que han llevado a cabo un gran viaje. El objetivo de la encuesta es mostrar la experiencia de quien ya lo ha hecho y así ayudar a derribar obstáculos y animar a dar el salto a quien se lo está pensando.
Volver de un gran viaje
Como decíamos, en la encuesta indagamos sobre cómo vivieron el regreso del viaje. Por una parte porque muchos mostraban preocupación por la vuelta incluso antes de haber emprendido el viaje y queríamos saber si sus temores se confirmaron.
El regreso es un asunto que nos interesa especialmente porque para nosotros la vuelta del viaje supuso un bofetón del que tardamos en recuperarnos. Pero una vez superado, nos ayudó a tomar la decisión de dar un giro radical a nuestras vidas: dejamos nuestras carreras como psicóloga y economista y nació esta web, publicamos Cómo preparar un gran viaje, creamos La editorial viajera y las Jornadas de los grandes viajes y empezamos a trabajar como guías. Vaya cambio ¿eh?
El trabajo después de un gran viaje
Volviendo a la encuesta, preguntamos si creían que su carrera profesional había mejorado o empeorado después del viaje. Esto no solo se puede medir por los ingresos o por el puesto que se ocupa, es una valoración muy subjetiva. Y su percepción era, precisamente, lo que nos interesaba. El resultado de la encuesta dice que el 62 % considera que su carrera profesional ha mejorado; el 28 % afirma que sigue igual que antes del viaje; solo el 8 % dice que ha empeorado y el 2 % no responde a la pregunta.

Así que el 90 % considera que su carrera profesional ha mejorado o sigue igual que antes de irse de viaje… ¿Te esperabas esto? Nos parece un resultado tranquilizador para quienes tienen miedo de lanzarse a hacer un gran viaje por la preocupación de qué pasará a la vuelta con su trabajo.
Para afinar un poco más, cruzamos esta percepción de la situación laboral teniendo en cuenta qué hicieron con el trabajo antes de empezar el viaje.
No resulta sorprendente que todas las personas que no tenían trabajo o que se lo llevaron de viaje hayan respondido que ahora están mejor o igual (la única persona que indica que sigue igual es quien estaba en ERTE).
Entre quienes dejaron el trabajo, el 69 % afirma que su carrera está mejor que antes y el 18 % que está igual. Para el 50 % de quienes pidieron una excedencia o un permiso, su carrera ha mejorado; para el 46 %, está igual que antes de irse.

Cómo es el regreso de un gran viaje
Seguimos con la encuesta. Más de la mitad de los viajeros describen el regreso como difícil, estresante, duro, un choque, les costó… o incluso dicen que, después de varios años, aún están en proceso de adaptación. Por el contrario, para un tercio de los viajeros, el regreso fue fácil, se adaptaron rápidamente y sin problemas, y varios afirman que fue mejor de lo que esperaban. El 6 % acababa de regresar cuando hicimos la encuesta (todos por culpa del covid-19) y aún no se sentían capaces de dar una respuesta. Por último, casi un 5 % seguía de viaje o ha dado un giro a su vida y se ha vuelto nómada.
Si no tenemos en cuenta estos dos últimos (quienes acaban de regresar y quienes no lo han hecho o se consideran nómadas), el porcentaje de personas para las que el regreso ha sido difícil sube hasta el 64 % y el de quienes lo han vivido como fácil, al 36 %.

Como decíamos antes, nosotros nos encontramos en el grupo de quienes sufrieron el regreso. La nota positiva es que nos sirvió de revulsivo para replantearnos muchas cosas y emprender nuevos proyectos. Y creemos que, después de pasar el “luto” por el viaje, ese enfoque puede resultar de utilidad a quienes se planteen hacer un viaje así o a quienes están inmersos en el torbellino del regreso.
Nadie se arrepiente de hacer un gran viaje
La conclusión es unánime: nadie se arrepiente de haber hecho un gran viaje. Quizá tuvieron inquietudes antes de irse, seguramente pasaron momentos complicados durante el viaje y para muchos el regreso fue duro. Pero ¡ninguna! de las 124 personas que ha participado en la encuesta piensa que sería mejor no haber hecho ese viaje.
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Las consecuencias de un gran viaje
Un viaje largo no se resume solo en los sitios que se visitan, las experiencias que se viven o las personas que se conocen. Hay algo que va más allá de los recuerdos y que es aún más intangible y permanente: el poso que deja. Por eso preguntamos “¿Qué crees que te ha aportado ese viaje? ¿En qué te ha cambiado?”
Recibimos más de 300 respuestas a esta pregunta. Las analizamos, las agrupamos y esto es lo que encontramos. Además de las muchas vivencias que se han convertido en recuerdos inolvidables y las personas que se han conocido, también aparecen los aprendizajes sociales, culturales, de lenguas, gastronómicos e incluso las mejoras desde un punto de vista laboral.
También hay unas cuantas respuestas que hacen referencia a cambios en la manera de viajar:
«A viajar con calma, cosa que no hacíamos y a improvisar sobre la marcha»
«A afrontar retos personales como la convivencia extrema o resolución de conflictos diarios como transportes, alojamientos, comida…»
«Aprendí a vivir con la incertidumbre y la adrenalina de no saber dónde dormir, dónde comer, cómo cruzar un país…»
«Me ha cambiado la forma de viajar. Antes quería verlo todo en un viaje. […] ahora me gusta viajar pausado. Y si me dejo cosas por ver, no me siento mal por ello. Ya volveré.»
Otras de las ideas más repetidas son la libertad y la intensidad:
«Me ha dado libertad absoluta.”
“A ser dueños de nuestro tiempo.”
“He vivido intensamente una vida diferente.”
“Aprendí el significado de vivir la vida al máximo.”
Además de esto, lo que más nos ha llamado la atención es lo que se refiere a los cambios más profundos, que vemos a continuación.
Cómo te cambia un gran viaje
Muchas de las respuestas de la encuesta tenían que ver con la mejora de la autoestima, de la confianza en uno mismo y de la capacidad de enfrentar los miedos. Algunos ejemplos:
“Me ha hecho más fuerte, más capaz de enfrentarme a nuevos retos y cambios.”
“He perdido todos los miedos.”
“Puedo y podré con todo lo que se me presente en la vida.”
“Me atrevo a hacer cosas que antes no se me habrían pasado por la cabeza.”
Otras muchas respuestas mencionaban tener más paciencia o más empatía, ser más optimista o más flexible, confiar más en la intuición y encontrar más y mejores soluciones que antes del viaje. Lo podríamos resumir como tener más recursos para enfrentarse a lo que suceda.
“Hemos desarrollado habilidades de planificación, gestión de tu presupuesto, independencia, flexibilidad, negociación, improvisación.”
“He mejorado competencias como la adaptabilidad, comunicación o negociación.”
“A saber adaptarme mejor a los imprevistos.”
“Afrontamos los problemas con otra determinación.”
“A desenvolverme bien cuando había problemas, busqué soluciones.”
Para unas cuantas personas el viaje ha supuesto un cambio de prioridades, una oportunidad de tomar más perspectiva y les ha dado una mayor claridad acerca de quiénes son:
“Me ayudó a sosegarme.”
“A ser uno mismo sin tapujos.”
“Soy más yo, sin tonterías ni otras capas sociales que nos vamos poniendo.”
“A tener claros los objetivos en mi vida.”
“Me ha ayudado a conectar conmigo mismo y a estrechar el hueco entre lo que soy y lo que quiero ser, lo que me aporta serenidad y me aleja de la frustración.”
“Saber coger perspectiva cuando la vida lo requiere, verte desde fuera y ver donde estás y cómo estás.”
“Cierta claridad personal e intransferible a la hora de distinguir dónde está el grano del vivir, y a ahorrarme la paja.”
“Te aparta de otros objetivos más banales que nuestra sociedad cree imprescindibles.”
“Puedo hacer algo diferente a lo que se supone que debo hacer y que sea genial y que sienta que es lo mejor que he hecho en mi vida.”
“Me he vuelto una inconformista, ahora siempre quiero más. A veces, me dan envidia mis amigos. Algunos de ellos son felices con ir a trabajar a la oficina sus 8 horas diarias e ir al bar de la esquina por las tardes a echarse una cerveza. Y yo siento que siempre quiero más, que a mí eso ya no me llena en absoluto, que yo lo que quiero constantemente es hacer la mochila, coger un avión y no parar. ¡No parar nunca!”
Otro de los aprendizajes que aparecen con mucha frecuencia era relativizar los problemas, dar menos importancia a muchas cosas que antes les preocupaban o mostrar tranquilidad en situaciones complicadas. También aparece mucho el sentirse cómodo con la incertidumbre o apreciar mucho más lo que se tiene y el momento presente.
En cuanto a la relación con otras personas, se menciona mucho la mejora de las relaciones con los compañeros de viaje, el identificar y quitarse prejuicios y confiar más en otras personas.
Muchas respuestas hablan de una mayor empatía y reflejan un cambio en la percepción del mundo y de nuestro lugar en él. Algunas respuestas:
«A entender que el mundo funciona de muchas maneras.»
«Veo el mundo y sus habitantes como un todo y no como una parte.»
«Nos parecemos a otra gente más de lo que creemos.»
«Todos somos diferentes desde lo cultural, pero iguales como seres humanos, porque nos entristece, nos alegra y nos preocupan casi siempre las mismas cosas.»
«Que hay mil maneras de vivir la vida.»
«Soy más comprensivo y no juzgo frívolamente a las personas.»
«A tener más respeto por la diversidad.»
«Soy más solidario y más tolerante.»
En esta línea, hay algunas respuestas que reflejan un alejamiento de la sociedad:
“Desvinculación total de la sociedad que me rodea.”
“Me hacía falta abrir mi mente, tener tiempo para ordenarme mentalmente, para ubicarme por decirlo de alguna forma. Y he comprobado que mi ubicación está lejos de mi entorno actual.”
Nos han parecido también muy interesantes las respuestas de quienes afirman que el viaje les ha cambiado poco o nada:
«No me ha cambiado.»
«Más que cambiar, ha reafirmado valores que ya tenía (importancia de las personas, poca importancia de lo material, centrarme en lo verdaderamente importante…).»
«Me ha cambiado poco, pero ha moldeado muchas ideas que antes tenía borrosas. Me ha dado claridad.»
«No me ha cambiado mucho en mi forma de ser, sí en algunos pensamientos y responsabilidades.»
«No nos ha cambiado tanto ni ahora tenemos una visión del mundo muy diferente.»
«Todo sigue igual o parecido, pero nosotros lo vemos desde otro ángulo.»
Por último, hay algunas respuestas que nos han arrancado una enorme sonrisa:
“Soy mucho más feliz.”
“Me ha enseñado a ser feliz todos los días.”
“Tengo una sonrisa gigante en el pecho.”
“Ahora tengo mejor humor, me enfado menos.”
Conclusiones
En definitiva, para todas las personas que han participado en esta encuesta, hayan tenido o no preocupaciones o miedos previos, hayan tenido más o menos contratiempos en ruta, les haya resultado más o menos difícil el regreso, hacer un gran viaje ha supuesto una experiencia positiva.
Para casi todas ha sido, además, una fuente de aprendizaje sobre ellas mismas y sobre el mundo y ha supuesto importantes mejoras personales.
La conclusión no puede ser más clara: hacer un gran viaje merece la pena. ¿No crees?
Queremos agradecer DE CORAZÓN a todas las personas que han participado en la encuesta que se hayan tomado el tiempo de hacerlo. Que se hayan sincerado y que hayan compartido sus reflexiones con nosotros. Gracias también por habernos hecho reflexionar con vuestras respuestas.
[…] – https://www.ungranviaje.org/2020/12/encuesta-a-personas-que-han-hecho-un-gran-viaje/ […]
He leído el post y escuchado el podcast, qué pena que se me haya pasado el plazo para hacer la encuesta (¡Y eso que dejasteis margen de sobra!). Muy interesantes los datos. Nosotros formamos parte de ese 6% que no les importaba nada antes de partir, la ilusión y la confianza era máxima, no teníamos miedos, dudas ni preocupación. Y por otra parte comentaros, como decís en el podcast, que en nuestro caso el alquiler del piso fue también un handicap (si no lo alquilamos no podemos hacer frente a los gastos del viaje), además del trabajo que supuso empaquetar todo, arreglar tema suministros y vivir con media casa vacia hasta el último día. Y tema vuelta..buff eso da para otro post! jajajaja Aún estamos asimilandolo y hace ya 8 meses que volvimos! Saludos a todos!