Durante unos dias tuvimos la suerte de que Javier, Elena, Fernando e Ines (que como se marea en las piraguas se quedo durmiendo en el hotel) vinieran a visitarnos a Benin y nos acercamos con ellos a Aguegue, un pueblo cuyas casas flotantes (contruidas sobre palos, cual palafitos sobre el agua) han hecho famoso a este pequeño pueblo.
Qué suerte la nuestra. Esperamos vosotros lo pasaráis bien a pesar de que la gente no parara de llamarnos cariñosamente «yovo, yovo» (blanco, blanco).