Hemos pasado unos días en las montañas Mandara, en el norte de Camerùn. Nos hemos ido de caminata para conocer sus aldeas, sus gentes, su vida… Se parece bastante a la imagen de Africa que teníamos, al menos a la de alguna de las mùltiples Africas que existen, con los mercados repletos de tenderetes de hechos con cuatro palos que se parecen a los que nos hacíamos de pequeños para jugar, la gente enfundada en amplios vestidos y telas de colores, las casas redondas de adobe con techo de paja…
Y no estuvimos solos. En Rhufta recibimos la visita de Bàrbara, que vino a cenar con nosotros un foleré, uno de los platos típicos de la zona. El foleré es una verdura que se prepara con algunas hierbas de la zona y cacahuetes (que también se cultivan por aquí) y se acompaña de algo que aunque lo llaman couscous no es otra cosa que una masa de harina de maíz y agua.
Bàrbara, nos ha encantado tu visita, ¿cuàndo vas a volver a vernos?