(Estambul, 26 de abril de 2005)
¿A alguien le quedaban dudas de mi paradero, estado o situación? No me extrañaría, pues apenas he dado señales en la primera semana de viaje. Pero bueno, para todos vosotros, ahí van estas líneas.
Sigo, sí, en Estambul, todavía (¿y por que no, si me encanta, qué prisa hay?) disfrutando de unos días de descanso, relax y tranquilidad, tras los agobios de la partida. Así que ando paseándome por la ciudad, sacando fotos (3 carretes ya tirados) y viendo a mis amigos (algunos en mejor estado físico y anímico, y es que Estambul atrapa pero quema…)
La verdad es que esta vez estoy disfrutando Estambul, pero de una manera parecida a como era cuando vivía aquí. Desde que me fui de Estambul (hace ya tres años, creo) he venido 5 o 6 veces, pero siempre por tres días. Así que esta vez es diferente, porque diez días dan para mucho, o para muy poco, según se miren. Las otras veces no tenía ni un minuto libre más que para ver amigos, salir de marcha y poco más. Pero ahora puedo visitar la ciudad, estar más tiempo con los amigos, y como dicen los ingleses, to really catch up.
Paseo mucho, varias horas cada día, por barrios que me gustan como Eyüp (donde está enterrado el portador del estanderte, mejor amigo y guardaespaldas de Mahoma) donde cada domingo se congregan cientos de personas para venerarlo); por Fatih (el barrio más islamista y tradicional, donde las mujeres van casi todas con chador negro); por el Bósforo disfrutando de la vista, del aire fresco y húmedo y de los barcos (qué genial es estar a orillas de este canal, viendo pasar petroleros, cargueros, barcos de pasajeros, de turistas, yates, barcas a remos…) y saco y saco fotos… con la excusa de pillarle el punto a la nueva cámara. Por cierto, hay un mercado de cámaras de segunda mano, sobre todo de hace 10-20 años, espectacular, y muy muy barato, si lo sé no me hubiese comprado la maquina en Barcelona… la misma, a la mitad de precio… en fin.
Duermo en casa de Lorna (mi amiga inglesa) en pleno desorden y apatía. Por eso tal vez me vaya a la casa de mi amigo Roger (estadounidense) quien me invita a quedarme unos días. Ambas están en el centro, en las zonas buenas, con lo cual me da un poco igual… La primera no tiene ni lavadora, ni fogones para cocinar y dos gatos. La segunda tiene limpieza, luz y un amigo norteamericano (algunas cosas le salvan, no todos son como creemos…) así que la decisión no debería ser difícil.
Pero lo que de verdad me tiene atareado es el tema tema de los visados. El de Uzbekistán me lo darán, si todo va bien, el miércoles 28 (hasta que no lo tenga en mis manos no me lo creo…) tras pagar $110 por un multientrada por dos meses… Un robo, pero bueno, mientras me lo den, me conformo. Para el de Turkmenistán pido un visado de tránsito y tardan entre 10 y 15 días, por lo que me no esperaré a tenerlo y seguramente el sábado o domingo salga para Capadocia. Allí pasaré unos días antes de seguir camino hacia Sudeste de Anatolia, que será el momento en el que el viaje realmente empiece (¿no lo ha hecho ya acaso?). Y ya recogeré el visado turkmeno más adelante, si todo va bien, en la embajada de Turkmenistán en Irán… ¡cruzad los dedos por mí!
¿Y esas cosas que preocupan tanto a las madres? ¿Y la comida? Como súper bien, es decir, carne todos los días, algo de verdura y fruta (hay unas fresas aquí como las de antes en España, pequeñas, sin formas perfectas, pero que huelen y saben dulce e intensamente). Me estoy tomando complementos de vitaminas, así que debo estar más o menos bien, porque empecé realmente cansado tras las últimas semanas de ajetreo con los preparativos de última hora.
En el apartado de salud, por ahora no he tenido ningún incidente gástrico pero estuve a punto de esguinzarme (¿se dirá así?) el tobillo el otro día. Ahora con antinflamatorios, recuperando la movilidad y constatando si es algo más serio o no… voy a caminar mucho, así que mejor estar en plena forma…
Y la barba, como veis, sigue creciendo… ¡dejemos a ver a donde va!
Y bueno, aquí lo dejo. Ya sé que no es un mensaje demasiado interesante, pero bueno, es el primero para decir que estoy bien. Me cuesta conectarme, pero supongo que es por la cantidad de cosas que hago. Una vez en ruta, con tardes y noches colgadas sin nada que hacer, supongo que tendré más tiempo para hacerlo. En fin, que eso, que podía ser peor.
Gracias a todos los que habéis enviado mensajitos de ánimo (y a los impacientes por leer mensajes también: aquí va el primero)
Gürüşürüs (hasta luego, en turco)
Pablo
[…] Apr 26/05 – Estoy vivo (y en Estambul) May 04/05 – Caminatas en Capadocia May 06/05 – Nemrut Dagi May 07/05 – Urfa, que […]
Impacta más saber que me acaba de hablar desde estas líneas el Pablo de hace 10 años… es como leer las cartas de un viajero del siglo XIX… Que emocionante esto!! Genial que hayas decidido hacerlo!!
Un abrazote desde Japón!
Dani
En estas primeras entradas, lo cierto es que va a salir un Pablo inocente, ilusionado, pero poco centrado en la escritura. Eso sí, a partir del Kurdistán, el viaje literario gana en potencia. ¡Manteneos atentos!
Me ha hecho gracia lo de los visados, por mucho que pase el tiempo hay cosas que no cambian!
Espero el siguiente con impaciencia!
Un abrazo!
Lluis
Tal cual. Hay cosas que no cambian apenas… Espera a leer del resto de países de Asia Central, ahí han cambiado pocas cosas también…
[…] Esta vez desde el corazón de Capadocia: ¡Goreme! Después del buen sabor de boca dejado por el primer escrito (por cierto, gracias a todos por la cantidad de mensajes que he recibido… pero que no he […]
[…] Apr 26/05 – Estoy vivo (y en Estambul) May 04/05 – Caminatas en Capadocia May 06/05 – Nemrut Dagi May 07/05 – […]