En agosto recibimos la visita de cinco personas entre familiares y amigos, que venían a vernos y a conocer Namibia. Ellos llegaron al aeropuerto de Windhoek en avión y nosotros en un reluciente mercedes blanco con tapicería de cuero conducido por un universitario angoleño muy bien vestido. Es la primera vez que un coche así […]
Un desierto lleno de gente
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